¿Cómo empezar y sistematizar el uso de la IA para mejorar nuestra efectividad? El 29 de agosto, un titular capturó mi atención: “Los profesionales están incorporando rápidamente la IA, pero sienten la necesidad de más orientación y ayuda sobre cómo utilizarla” (Charlotte Trueman, Investigación de Asana). Esto fue como una «bofetada», pues, como supuestos expertos en productividad personal, estábamos pasando por alto un elemento crucial en el campo de la efectividad personal, tanto para nuestro uso individual como para adaptar el Método FASE a aquello útil en cuanto a la eficiencia y eficacia personal. La segunda «bofetada» de realidad vino de la mano del miembro más joven de nuestro equipo. Su habilidad para manejar tareas pendientes con agilidad y eficiencia gracias a la IA fue una demostración práctica impactante. ¿Cómo podía haber preparado esa presentación de tanta calidad en tan solo 20′? Una nueva perspectiva Ahora, cada vez que enfrento una tarea, me pregunto cómo la IA podría asistirme, ya sea agilizando el proceso o mejorando la calidad del resultado. En línea con la filosofía del Método FASE, la IA no solo nos permite abordar tareas rutinarias con mayor eficiencia, sino también tareas complejas y de alto valor; es decir, permite ganar tiempo pero también ganar calidad y mejores resultados. Hemos avanzado desde esas primeras semanas hasta este mes de enero, lanzando con éxito nuestros tres primeros talleres sobre inteligencia artificial para la productividad personal dentro del Método FASE. La buena noticia es el potencial infinito de esta temática y lo mucho que puede aportar. Seguimos y seguiremos aplicando, aprendiendo y buscando formas de ayudar a otros a integrar la «súper IA» en la mejora de su productividad. Pero por encima de todo, ayudamos en la efectividad de las personas a la hora de acelerar su proceso con la IA para mejorar su efectividad personal. Es decir, les guiamos paso a paso en el proceso de ser efectivos en su introducción y uso, valga la redundancia. ¿Cómo estás integrando la IA en tu rutina para mejorar tu productividad y efectividad? ¡Comparte tus experiencias y aprendizajes con nosotros!
Archivos del Autor: Gabriela Morales
¿De quién la responsabilidad de aprender a gestionar el estrés laboral? ¿De nosotros? o ¿de nuestros managers y la empresa? Un foro reciente en el que pude participar, me llevó a reflexionar sobre esto junto a líderes y expertos en diversos sectores. 🎶 Reflexiones del Foro: Quique Dacosta: “Detectamos una persona como robatiempos, era super talentoso, pero se acercaba 15 veces al día al resto y no trasladaba energía positiva”. Este chef tres estrellas Michelin no solo innova en la cocina, ha demostrado desde hace muchos años que su innovación no se reduce a la cocina sino también a la gestión de equipos. Entiendo que no puede liderar el mundo de la alta cocina sin darle el máximo valor a las personas que le acompañan y ayudarles en su crecimiento. Alejandra Vallejo: Nos desafía con su visión sobre el equilibrio vida-trabajo, poniendo en perspectiva nuestras rutinas frente a las de los atletas: “Queremos ser atletas corporativos pero los atletas duermen 10 horas, trabajan 6 y se alimentan perfectamente, ¿cómo lo vamos a conseguir si hacemos lo contrario?” Estas palabras resuenan especialmente en sectores como la hostelería, donde Quique Dacosta fue pionero hace ya muchos años, en entender que su rol como líder y el apoyo de especialistas era clave para el ayudar a sus equipos en el manejo del stress. Por mi parte, mi aportación fue clara: «Evitar el estrés y garantizar el bienestar en el trabajo es una responsabilidad compartida. La gente no abandona compañías, abandona jefes o situaciones de estrés». En resumen: Responsabilidad Compartida: La gestión del estrés y el bienestar laboral es un esfuerzo conjunto de los equipos y sus líderes. El papel del Líder: Debe ser modelo de organización y enseñar efectividad apoyándose en externos si lo considera. El papel del Empleado: Asumir la responsabilidad individual y estar abierto al cambio y a otras formas de organizarse para ganar eficiencia y efectividad 🔹 Más Allá de las Palabras: Estas ideas, aunque surgieron en el contexto del turismo, tienen un eco universal en el mundo laboral. ¿Cuál es tu opinión? ¿Quién crees que debe liderar la responsabilidad para mejorar en la gestión del tiempo y el estrés? ¿dónde está la parte individual en mejorar en nuestra organización? ¿en qué deben enseñarnos las empresas y los managers? Conoce más de la noticia en este link
Analicemos nuestros modos de trabajo a diario y descubramos cuáles son nuestras carencias: 1) Participar en reuniones. 2) Comunicarnos vía mails, WhatsApp, Teams, y conversaciones cara a cara. (¡Sí, afortunadamente, estás aun existen!) 3)Concentrarnos sin interrupciones en tareas que lo requieren (30′, 45.’ con alta concentración en una misma tarea) 4)Descansar intencionalmente con breaks cortos durante el día + descanso nocturno adecuado. (10′ o 15′) 5) Disfrutar de la vida personal cada día con calidad. Desafortunadamente, muchos de nosotros nos vemos atrapados en los modos 1 y 2, dejando poco espacio para la concentración profunda (modo 3) y el descanso necesario (modo 4). Este desequilibrio lleva a un agotamiento que perjudica nuestra efectividad y nuestra vida personal (modo 5). Es estar en lo que llamamos la rueda del hámster llena de M&Ms: mails, meetings, móvil y messaging de Teams… Con un deterioro progresivo de nuestra energía durante el día que va en contra del verdadero equilibrio. Y por último, unas reflexiones que nos harán pensar: El ‘Deep Focus’ , como lo llama Cal Newport, requiere de descanso efectivo para recargar energías (Modo 4) y enfrentar tareas de alta concentración (Modo 3). Si la energía no es la que toca por no lograr el «Modo 4 «, lo más probable es que, consciente o inconscientemente, evitemos esa tarea de alta concentración y erróneamente entremos en «Modo 2» que tiene esos shots de dopamina tan gratificantes, pero tan poco útiles en relación a nuestros grandes retos. Por eso precisamente procrastinamos. La falta de suficiente energía nos hace más proclives a ello. Un último consejo que siempre recordamos a nuestros clientes: no gestionamos tiempo, sino energía. Planificar nuestro día, nuestras semanas y meses para mantener un nivel óptimo de energía es esencial para trabajar de manera más inteligente y no de más. Esto incluye pequeñas actividades diarias que nos ayudan a mantenernos energizados y actividades de fin de semana que nos recargan física, emocional y cognitivamente. Es un innegociable para esas personas que quieran ser efectivas y lograr el tan deseado WORK SMARTER, NOT HARDER Ahora, me gustaría conocer tus estrategias: 1️⃣ ¿Cuáles son tus mini actividades durante el día que te permiten mantener tu energía de la mejor manera en la jornada laboral? Para mí, es clave entrenar por las mañanas. 2️⃣ ¿Cuáles son tus actividades de fin de semana que te permiten volver el lunes recargado física, emocional y cognitivamente? En mi caso, estar con mis hijos, mi pareja y mis amigos me revitaliza enormemente. 3️⃣ ¿Cuán reparadoras son tus noches de descanso? Gracias a los consejos de la experta Jana Fernández, he mejorado mucho en este aspecto. Trabajar muchas horas , pero en modo ‘hámster» no es de ser un buen profesional sino todo lo contrario , es una señal de alarma de que antes o después acabarás con problemas
¿Cuál es un fallo muy extendido a la hora de organizarse bien, que le ocurre a muchas personas que aparentemente trabajan mucho y están muy centradas en su trabajo? El día 5 de enero cenamos con unos buenos amigos. Tuve una conversación con uno de ellos muy interesante. Es abogado, se llama Alfonso. Muy inteligente. Una persona además diez de carácter. Se interesa genuinamente por los demás y además sabe preguntar: – Alfonso: «Agus, ¿ya has empezado esta semana con sesiones con clientes?» – Yo: «Muy pocas. La mayoría de los clientes están aún de vacaciones, incluso los de fuera de España. Esos tampoco perdonan» Alfonso: «Y entonces, ¿Qué estás haciendo esta semana que ya estás trabajando?« – Yo: «Hacer lo más importante que hago todos los meses, aunque al ser principio de año, con algo más de tiempo. Dedicar tiempo a planificar el próximo trimestre. Dedicar tiempo a identificar lo más prioritario para luego asegurarme de que mi calendario, con sus reuniones, hábitos, rutinas y sistemáticas de los próximos meses, esté alineado con ello en las proporciones adecuadas.» – Alfonso: «Cuéntame más, creo que te oí hablar de eso en un podcast hace poco.» – Yo: «Lo llamamos STOP & THINK, y se trata de dedicar tiempo a planificar con intencionalidad respecto a nuestras prioridades.» – Alfonso: «En eso justo fallo yo. ¿Por qué me cuesta pararme a pensar y planificar y, en cambio, luego puedo pasarme horas y horas en conversaciones con clientes o preparándome para un juicio? Y no soy capaz de dedicar unas horas a pensar y planificar» – Yo: «Tranquilo, no estás solo. Le pasa a la mayoría de la gente. Es un absurdo de la naturaleza humana. No obstante, eres un abogado de éxito que además se te ve feliz, así que no tienes un problema grave, si bien te adelanto dos cosas: Sin planificación y reflexión suficiente, lo logras probablemente metiendo más horas de las necesarias. Ah, y por otra parte, te garantizo que aún no conoces tu mejor versión y lo que eres capaz de lograr, probablemente viviendo un poco mejor.» 💭La conversación dejó a Alfonso pensativo, cuestionándose su enfoque actual en el trabajo. Este intercambio con Alfonso resalta un dilema común: somos capaces de trabajar largas jornadas, día tras otro, pero luego nos cuesta mucho dedicar tiempo a planificar. Y precisamente planificar, es la base del resto. Sin dedicar tiempo a pensar desde la distancia en cómo debemos planificar, tenemos muchas posibilidades de no trabajar en lo que realmente debemos lo cual es el mayor absurdo que existe. 📝 Reflexionar para planificar no solo mejora nuestra efectividad y nos asegura nuestra mejor versión profesional, si no que también nos permitirá mantener una vida equilibrada. Es la mejor inversión posible. ✅ 🕰 ¿Cuánto tiempo has dedicado a planificar tus primeros 2-3 meses del año en relación a tus prioridades?
¿Sabías que diciembre puede predecir tu estrés de enero? Estrategias para empezar bien el año Diciembre es único: menos días laborables, más eventos festivos, y la presión de cerrar el año. Además, es común descuidar el cuidado personal, afectando nuestro sueño y rutina de ejercicio junto con el efecto psicológico muy común, de una mayor sensación de cansancio cuando visualizas las vacaciones cerca. 📅 Planifica para un enero tranquilo Organiza tu agenda: Asegúrate de que tu agenda de enero esté bien planificada y alineada con lo prioritario. Esto te permitirá disfrutar de las vacaciones con tranquilidad y evitar el caos a tu regreso. Mantén el equilibrio: Aunque es tentador dejarse llevar por los excesos navideños, recuerda la importancia de mantener un equilibrio para llegar en enero, descansado. Mantén en vacaciones unas mínimas rutinas de práctica de deporte y cierto autocontrol. 🔍 El Impacto de una buena planificación Reducción del estrés: Al tener enero organizado, evitarás el aumento de cortisol por ir por detrás de las cosas unido al generado por el estrés post-vacacional. Evita lamentaciones sobre tu estado físico : Planificar te ayuda a evitar lamentarte por los excesos y la falta de actividad física. 🚀 Aún Estamos a Tiempo Cada día cuenta. Dedica un poco de tiempo a planificar enero con intención y coherencia. Así, podrás disfrutar plenamente de diciembre sabiendo que tu regreso será más llevadero y menos estresante. Dependemos de nosotros mismos
Personas con magnetismo personal que sacan lo mejor de uno mismo Hace años, un libro me abrió los ojos: «The Charisma Myth» de Olivia Fox, en el que explica con gran maestría qué comportamientos marcan la diferencia en aquellas personas que podemos considerar carismáticas o magnéticas. Desde entonces, cada vez que me cruzo con alguien que desde la primera palabra te hace sentir bien, recuerdo uno de los capítulos del libro de Olivia Fox: «Effective communication lies at the heart of charisma». En ese capítulo, habla sobre cómo la comunicación efectiva es clave para desarrollar una personalidad carismática. Y eso es exactamente lo que viví con Luis Carvajal desde nuestro primer encuentro. Fue una charla para su podcast TALENT PILLS y que acabó convirtiéndose en una de las mejores sobre productividad personal que jamás he mantenido. Y evidentemente llevo unas cuantas, pues es lo único que hago. Eso es lo que logran las personas con ese carisma personal: sacar lo mejor de nosotros mismos. Por eso mismo, estoy convencido de que su podcast seguirá creciendo en adeptos. Si quieres saber cómo Luis y yo hablamos sobre las claves de la efectividad personal, el equilibrio entre la vida personal y profesional y otras muchas cosas, escucha nuestro episodio. Escucha en Spotify Escucha en Apple Podcast
La mejor herencia para nuestros hijos: ¡No es lo que crees! Siempre bromeamos con este concepto de la herencia para nuestros hijos. Confieso que nos gusta provocar un poco en nuestras conferencias. Consideramos que es nuestro deber, remover. Hoy hablamos de herencia, pero no de la que muchos piensan. No se trata de dejar una casa o una suma de dinero, sino de algo mucho más valioso: hábitos que marcan la diferencia. Uno de ellos, sin duda, es el hábito de la lectura. Sus beneficios son indiscutibles: mejora la atención, la comunicación y potencia las conexiones neuronales. Pero hay otro hábito, menos intuitivo pero igual de crucial: la capacidad de reflexionar a distancia, con papel y bolígrafo o con un iPad y lápiz digital, según prefieras. Escribir a mano tiene sus ventajas: Mayor efectividad al sintetizar y conceptualizar ideas. Mejora en la capacidad de procesar información. Mayor retención y comprensión de la información. Claro, también hay desventajas, especialmente en un mundo donde la rapidez y la tecnología son clave. Pero aquí viene lo interesante: cuando escribimos a mano, evitamos la tentación de la multitarea. Algo que no sucede cuando estamos tecleando. Y esto, según un artículo reciente del Economist, es un problema creciente en las aulas y en el trabajo. Reflexionemos juntos: ¿Cómo podemos utilizar esta práctica en nuestro día a día? Aprendizaje de nuevos temas. Estructuración de presentaciones importantes. Elaboración de discursos o pitches. Ejercicios de brainstorming. Toma de decisiones críticas. Revisión de documentos importantes. Y sí, incluso en nuestro Método FASE, empezamos con ideas escritas a mano antes de llevarlas a formatos digitales. 🔍 Conclusión: En una era dominada por la tecnología, no subestimemos el poder de lo tradicional. La mejor herencia que podemos dejar a nuestros hijos es la capacidad de desconectar, reflexionar y crear, lejos de las distracciones digitales. Y citamos al ECONOMIST esta semana : «University professors complain of rampant distraction in classrooms, with students reading and messaging instead of listening to lectures.»
La conciliación implica encontrar un equilibrio entre la vida personal y profesional, alcanzando objetivos en ambos ámbitos. Avanzar en desafíos profesionales sin descuidar lo que más valoras: familia, pareja, aficiones. Siempre nos gusta recordar que el propósito profesional debe ser un medio para alcanzar el propósito personal, algo que en mi caso , me costó demasiado tiempo entender. Pero, ¿alguna vez nos enseñaron a conciliar? ¿Existe unas prácticas o una formación concreta en las organizaciones para facilitar este equilibrio, más allá de formación en mindfulness para momentos de estrés o charlas motivacionales? Afortunadamente, el panorama está cambiando. La conciliación se ha convertido en una prioridad tanto para profesionales como para empleadores. Las organizaciones buscan fidelizar a su talento, sabiendo que un equilibrio entre lo profesional y lo personal es clave para el compromiso y la retención. Y para ello, están empezando a dedicar recursos de una manera mucho más intencional para ayudar a las personas a organizarse mejor. Iniciativas de simplificación o de entender lo que es trabajar de manera más inteligente y no de más, son algunos ejemplos en esta dirección. “Las organizaciones quieren fidelizar a su talento y saben que uno de los elementos claves para lograrlo, es que los trabajadores puedan mantener una vida equilibrada entre lo profesional y lo personal” Sin embargo, como empleados, también debemos asumir la responsabilidad individual de mejorar nuestra capacidad de organización. La conciliación requiere de un esfuerzo individual para gestionar nuestro tiempo y recursos eficientemente lo que supone un proceso de cambio individual con todo lo que ello supone. “Work smarter, not harder: afortunadamente, no se trata de trabajar muchas horas sino de trabajar con productividad e inteligencia y no de más. ” En resumen, tanto profesionales como organizaciones deben esforzarse para lograr la conciliación. Y si quieres seguir leyendo sobre ello, te invitamos a que leas la tribuna que nos ha publicado EL ESPAÑOL sobre este tema.
¡La calidad de tus “Síes” depende la cantidad de tus “ Noes” ! La verdadera medida de tu productividad no está en cuántas tareas dices ‘sí’, sino en cuántas dices ‘no’ con confianza. El foco en lo realmente prioritario es la mayor clave de la productividad, especialmente cuando se trata de prioridades determinantes que influyen tanto en el rendimiento inmediato como en la transformación a largo plazo. Dentro de tus prioridades, hay tareas que demandan tu aporte e implicación individual frente a otras que requieren empoderar a tu equipo, y donde tu labor es, únicamente, asegurar que lo tienen dentro de sus temas prioritarios y que avanzan a la velocidad necesaria. El concepto es simple y lógico ( delego para poder poner el foco en lo realmente clave) , pero la ejecución es donde muchos fallan. La intención de delegar está presente, pero a menudo falta la acción en ese ejercicio de delegación y empoderamiento. ¿Por qué? «No quiero» proviene de creencias limitantes sobre la confianza en las capacidades de los demás o malentendidos sobre la capacidad del equipo. «No sé cómo» refleja un desafío en la transferencia de conocimientos y habilidades. «No puedo» indica una falta percibida de tiempo y energía para llevar a cabo esa delegación. Sin delegación, la priorización es solo una palabra de moda, y sin priorización, los resultados sufren. En la mayoría de nuestras intervenciones con profesionales y ejecutivos, abordamos la gestión de la energía, así como la autoreflexiòn sobre la delegación para superar los obstáculos del ‘no quiero’ y ‘no puedo’. De esto y de muchas otras más cosas hablaremos en el próximo webinar de Sesame HR -> Las claves del mánager: del poder al empoderamiento. Inscríbete en AQUÍ
¿Alguna vez te has puesto a leer y a los 5′ ya estabas navegando con tu teléfono hasta llegar a olvidarte del libro ? No estás solo. Siempre me alegra ver a alguien sacar un libro en el tren. Pero esa alegría se desvanece cuando veo que el libro es rápidamente reemplazado por un teléfono. Esta escena se ve mucho. Demasiado, diría yo. Incluso en ocasiones, me pasa a mí mismo. Es fácil culpar a la falta de fuerza de voluntad o la falta de energía o al cansancio, pero el problema realmente es la posibilidad de tener tu móvil junto a ti compitiendo con tu libro. El móvil nos provoca unos shots de dopamina y una gratificación instantánea que acaba venciendo a la intención de leer el libro que suele conllevar una gratificación más diferida 🔑 Entonces, ¿Cuál es la solución? 1️⃣ Guardar el teléfono o la tecnología en un lugar no próximo a tu alcance de manera sencilla. 2️⃣ Dedicar tiempo específico para la lectura y forzarnos el volver a la actividad si dejamos de hacerlo 3️⃣ Recordar que un buen libro pueden ser tan gratificantes como cualquier notificación. Al final del día, se trata de encontrar un equilibrio como entre por ejemplo, momentos móvil, y momentos lectura . No obstante, con el tiempo, y si logramos recuperar el hábito de un buen libro, descubriremos que también tiene su propia forma de recompensa que nos traerá no solo dopamina sino endorfinas y serotonina. Y por último, el hábito de la lectura tiene consecuencias diferenciales en nuestras competencias personales: más capacidad de atención plena, mayores capacidades cognitivas, te mejora como comunicador… Justo lo contrario de lo que provoca un móvil en tu mano.