¿Es complicado escribir un libro?

Estos días me pregunta mucha gente si es complicado escribir un libro. Mi respuesta es siempre la misma: igual de complicado que correr un maratón, acabar una licenciatura o grado, aprender a tocar un instrumento musical o llega a ser un buen cocinero. En definitiva, la clave está en destinar cada día un espacio de tiempo para ese fin concreto y cumplirlo escrupulosamente, si fallamos y nos creemos nuestras propias excusas, nunca lo conseguiremos.

De esta forma, con rigor y constancia, conseguimos lo que se denomina incrementos marginales progresivos, es decir, el poder de sumar pequeñas acciones diarias, semanales y mensuales con las que obtener un resultado satisfactorio en un proyecto.

La clave está en combinar una sistemática con la perseverancia necesaria para alcanzar los objetivos. Características que no siempre acompañan al comportamiento humano y que dependen de diversos factores externos y personales.