En los procesos en los que estoy involucrado y donde trabajo con mis clientes su organización y gestión del tiempo, siempre observo, al cabo de los pocos meses, como mejora su satisfacción en su entorno laboral y consecuentemente en su vida personal.
Las principales razones de este aumento de la felicidad son:
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Aumenta tu dominio y control sobre tu trabajo y sobre los temas pendientes. Esto se traduce en una reducción del nivel de stress psicológico y una menor sensación de estar sobrepasado.
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Mejoran tus resultados laborales como consecuencia de que dispones de más tiempo para lo realmente importante, además lo tienes más identificado y controlado.
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Aumenta tu autoestima personal como consecuencia del avance y del logro. Es una sensación similar a la de avanzar en un deporte o en una afición.
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Ganas tiempo (de calidad) para tu familia y hobbies y en definitiva, de más disfrute para todos.
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Mejoras en tus habilidades interpersonales, pues al practicar más tu nivel de atención plena, resultas más carismático y empático con los demás.
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Mejoras capacidades como la creatividad o la toma de decisiones, vinculadas a tu energía emocional.
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Así como el tiempo que dedicas a tu familia y seres cercanos. Mejora tu vida personal, pues el tiempo que le dedicas a tu familia y a los tuyos cercanos, es de más calidad y reduces tu stress vital.
Como bien define la Teoría del Aprendizaje Social de Rotter, la percepción de control o no control que una persona tiene sobre los eventos que ocurren a su alrededor, es importante para el desarrollo de su propia vida. Y esta parte que acabamos de reflexionar, es un ejemplo claro del locus de control interno donde uno acepta que está en sus manos influir en su propia felicidad gracias a mejorar su control y organización del tiempo. En definitiva, si queremos ser más felices podemos trabajar en ello. ¿Cuánto tiempo vas a esperar a ser más feliz?